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Elaboración

¿Cómo está hecha la cerveza?

Al caer el sol, nuestros cocineros expertos seleccionan materias sagradas, que mezclarán en un ritual lleno de ciencia y magia. Ciencia y magia, los ingredientes básicos de todo pecado.

Seleccionamos los ingredientes: Agua, malta, lúpulo y levadura son imprescindibles para cualquier placer cervecero. Sin embargo, nuestra receta toma carácter de la mano de otros ingredientes adjuntos: algunos toques de miel para la sensualidad, algunas hierbas para el relajo, algunos amargores para las pasiones más bajas…

Molienda y maceración: Una vez seleccionados, comenzamos rompiendo el grano, lo que nos permite que quede expuesto a la hidratación en el proceso de macerado. En este paso, buscamos el equilibrio perfecto: la molienda no debe ser excesiva ni tampoco demasiado débil. Un proceso que combina sutileza y vigor, como nos gusta.

Con el grano molido, la mezcla descansará a fuego lento por 1.5 a 2 horas, período en el que se extrae la mayor parte de los azúcares. Yeah baby, science!

Cocción: Hora de entrar en calor. La mezcla hervirá por al menos 1 hora, de forma vigorosa. El pecado se consuma.

Fermentación y maduración: Luego de la cocción y enfriado, deben inocular las levaduras para que convierten los azúcares en alcohol y CO2. En palabras simples: la dejamos dormir, para que libere su magia. Serán de entre 4 a 14 días terrenales para que cada variedad alcance su nivel de perfección.

Una vez aprobada por exigentes chefs, cada brebaje es envasado. Así, de pronto, cada lata espera por su destino: llegar a tus labios. No sabías que nos deseabas, pero ahora no puedes parar.

No sabías que nos deseabas, pero ahora no puedes parar.

Bienvenidos todos y todas a este círculo selecto del gozo llamado Cerveza Crápula. ¡A tu salud!